Animación para Principiantes

Animar es un arte. No. Animar es un arte divertido. También podríamos decir que animar es una técnica mediante la cual le das vida a personajes u objetos, pero lo cierto es, que animar es muchas cosas más... sobre todo: es magia! Para hablar de animación, debemos empezar por hablar de nuestros ojos. ¿No es extraño? Si, lo es... sin embargo, la capacidad de generar la sensación de animación parte de nuestra capacidad para ver, más específicamente de la forma en que vemos. Ver es una ciencia!

Imagina que tienes una montaña de fotografías, ahora imagina que comienzas a verlas, una por una, tan rápido como puedas. Cada vez que te concentras en una foto, tus ojos capturan la información y se la envían a tu cerebro para que este la procese y tú la puedas interpretar: veo una casa, veo un barco, veo a mi tío!, etc. Normalmente las personas creen que "ver" es simplemente abrir los ojos, pero en realidad cada vez que "miras" sucede un gran intercambio de información entre tus ojos y tu cerebro, para que tu sientas que "ves". Este proceso no es fácil de percibir porque sucede en un espacio de tiempo sumamente pequeño, muchísimo menos que un segundo.

Ahora bien, veamos que sucede cuando tomas la montaña de fotografías y comienzas a repasarlas de manera rápida, una por una: por cada imagen que colocas frente a tus ojos, tu cerebro comienza a hacer una interpretación de la misma, sin embargo, dado que estás reemplazando cada imagen por una nueva, si lo haces a la velocidad adecuada, tu cerebro no alcanza a interpretar la totalidad de la primera foto y sin embargo debe empezar a interpretar la imagen que sigue. Cuando el flujo de fotos es lo suficientemente grande y pasa a gran velocidad, tu cerebro comienza a mezclar la información de una imagen, con la que sigue y con la que sigue, generando la sensación de movimiento, es entonces cuando la magia sucede y podemos hablar de animación.

Se calcula que el ojo humano solo es capaz de diferenciar hasta 24 imágenes si las trata de ver, una tras otra, durante un segundo. Si el número de imágenes es igual o superior a 24, entonces el ojo comienza a percibir que los elementos que componen la imagen empiezan a adquirir movimiento.

Un momento. ¿Quiere decir esto que una película no es más que un enorme montón de fotografías que pasan frente a mis ojos a una velocidad impresionante? La respuesta corta es: Si! Sin embargo, debemos tener en cuenta que una película es algo un poco más complejo, pues es contenido audio-visual, lo que significa que también incluye sonido y una gran cantidad de detalles técnicos que dejaremos pendientes para después.

En el mundo de la animación, cada imagen que la compone se conoce como marco (frame en inglés), así pues, la velocidad con la que se proyecta una película se mide en marcos por segundo (en inglés: Frames Per Second o FPS). Entre más marcos tenga una animación, la ilusión de movimiento será mucho mejor y entre menos tenga, la sensación de fluidez se irá perdiendo.

En la actualidad, contamos con una gran variedad de técnicas de animación, con las cuales podemos crear contenidos como los que vemos en películas y vídeos. Estas son algunas de las técnicas:

Muy bien, ahora que ya tenemos un poco más claro el concepto de animación, veamos de que se trata Tupí!
Bueno, nuestra definición es bastante básica: se trata de Software Libre para el diseño y creación de animación en 2D. Un proyecto desarrollado por animadores, para animadores y que ahora, en esta nueva etapa vive en constante evolución.
¿Quieres aprender a utilizarlo? ¿Qué estamos esperando? Empecemos!